1/23/2011

Y sembrar guayabas....




Ya alguien lo escribió por mí:
(Generalmente así me siento....)

Hace un par de años tal vez, mami sembró entre otras muchas cosas, un arbolito de guayabas en el patio. No se engañen. es un lugar pequeño, pero además del dichoso arbolito, hay un palo de aguacates, unas rosas, unas veraneras que no deciden su color entre morado y naranja, varias bailarinas, albahaca, menta, sábila, higos entre otras cosas que mis conocimientos en botánica no me permiten identificar.

La verdad es que mami siempre tuvo mano para las plantas. En sus mejores tiempos, el pequeño patio frontal de mi casa fue la envidia del barrio citadino donde vivo. Ella es agrónoma, (a pesar de que esa no sea la razón de peso), algo ayudó al patiesito más bonito de la cuadra. Ella al igual que mis 8 tíos y tías, creció en el campo. En Tilarán. Posiblemente uno de los lugares mas bonitos y tranquilos que conozco. Hija de agricultores, nunca tuvo problemas para lidiar con matas, bueyes, hortalizas y gallinas.

Justo mientras escribo esto me como una de las guayabas...


La verdad no tienen una idea de lo que me ha costado escribir en estos meses, la verdad es que por un lado me cuesta saber por donde empezar y por otro no se como expresarlo. Bueno, por un lado, hoy es 23 de enero y estos son los días donde todavía me puedo sentar a desayunar con mi mamá. Hay veces en que amanece mejor, otras no tanto. Por ejemplo ayer antes de comer, nos sentamos un rato a hablar en el sillón y ella me abrazó mucho, desayunamos Gallo Pinto (no mal entiendan mi vegetarianismo: en CR y Nicaragua es un plato de arroz y frijoles que se acostumbra para el dasayuno) y luego le leí un cuento.... Ayer estuvo super lúcida.... hoy no tanto. Hoy la tuve que ayudar a comer y amaneció más callada que de costumbre.

"Quisiera ser la silla que te aguanta..."
Con este rollo de la metástasis en el cerebro, mami perdió muchísima motora del lado derecho de su cuerpo, el brazo derecho, lo tiene atrofiado y la pierna tiene muy poco movimiento. Pero bueno, ustedes queridos lectores, saben que estoda una luchadora, y a pesar de todo aprendió a usar su mano izquierda y ahora (siendo yo fiel usuaria de dicha extremidad) puedo decir que mi madre es ahora una zurda consumada.

"Salir contigo disfrasada de horizonte"....
A veces, (y no la culpo) siento que más que el cáncer, lo que le gana la partida es el ánimo. Bien sabemos sus hijos que ella no se rinde por que tiene 3 hermosos retoños (bueno, 3 mocosos... no nos inflemos tanto) que verdaderamente la necesitamos. Pero su condición es jodida, y la verdad, entiendo que anda de bajón....

Ligia Ruiz en sus mejores tiempos era una mujer activa, hermosisima, jefa de finanzas de la unidad ejecutora para el Banco Mundial más eficiente de Latinoamérica y además una madre que día a día se partía el lomo por nosotros.

"Al menos ser el nudo en tu garganta"...
Ella sigue siendo hermosa, pero aunque no le salen lágrimas, llora por dentro a cada rato. Yo lo veo y lo siento.... todos lo presenciamos. Supongo que las lágrimas le destiñeron la mirada.... (la verdad es que a mi también....) Y lo más increíble de todo, es que sigue luchando. La verdad es que quisiera ser la mitad de fuerte de lo que es mi mamá.

Quisiera que mami fuera como Armstrong. No necesito que gane 7 veces el tour de Francia. Pero me encantaría que ella le ganara al cáncer como lo hizo él.

"Quisiera tantas cosas más, quisiera"....
Yo no sé qué le pasó por la mente a Juan Luis guerra cuando escribió esta canción.... pero desde hace meses es lo único que siento por mi mamá. Quisiera que esa canción la curara y la sacara a bailar todas las noches, y en las madrugadas en vez de pesadillas saliéramos a sembrar guayabas y ser un faro entre tanta niebla.....

Decía Benedetti:

defender la alegría como un principio
defenderla del pasmo y las pesadillas
de los neutrales y de los neutrones
de las dulces infamias
y los graves diagnósticos

Yo la verdad no creo en doctores ni en pronósticos ambivalentes, en octubre, decían que no llegaba a navidad, y allí está, sentada junto a mi tía Mary en la sala mientras ella le lee el periódico dominical.