[Edificio viejo, Hospital Calderón Guardia]
Todos hemos tenido algún sueño de opio en nuestras vidas: ver a Los Beatles en vivo, ir a la luna, volar, teletransportarse.... En realidad entre ser supehéroe y tener un sueño de opio no hay mayor diferencia... bueno, tal vez que en un no es necesario usar la ropa interior sobre los leg-in's.
La verdad es que por más que hemos usado esa frase en la vida, la gran mayoría de nosotros no hemos tenido la experiencia de tener verdaderos sueños de "opio".... posiblemente por que nunca hemos consumido ningún opioide...
Desde que empecé este blog, había dicho que tenía que hablarles un poco de la morfina, pero no había encontrado el chance, o mejor dicho, no sabía como abordar el tema.
No me acuerdo bien como llegamos a la Clínica del Dolor esa mañana. Creo que era un 21 o 22 de diciembre. Mami hacía unos días acababa de recibir su primera quimio y la verdad es que la experiencia no fue nada placentera. A esto hay que sumarle que nuestro incómodo inquilino estaba haciendo más presión de la cuenta en la espalda y mami, literalmente estaba rabiando del dolor.
Estos eran mis primeros días lidiando con el cáncer y estaba realmente asustada, y no es que ahora sea muy valiente, pero por lo menos ya puedo ver al miedo a los ojos y sentarme con él a jugar póker. No se si le voy a ganar, pero por lo menos puedo poner cara de "soy más cool que vos".... aun que por dentro sea un manojo de nervios. Ese día en especial estaba muy nerviosa, por que bueno, además de que el dolor en la espalda venía en aumento, que la solución del médico sea enviarte a un lugar que se llama "Centro nacional del Control del Dolor y Cuidados Paliativos" no es precisamente alentador, peeeeeeeeeeeeroooooo, como dice el dicho: no hay que juzgar a un libro por su portada.
Estabamos esperando a que nos atendieran, y la verdad es que las bancas de madera no son presisamente cómodas y mami ya estaba pálida... (y a decir verdad yo también). Pero en un momento de gran lucidez se me ocurrió decirle a una de las Damas Voluntarias que si podían hacer algo por mami por que no se sentía nada bien. En cuestión de minutos, la pasaron a enfermería y le dieron una cama, y al ratito ya la estaban atendiendo. Yo la verdad estaba sumamente sorprendida. Nunca imaginé que fueran tan efectivos y no solo eso, si no que atendieran con tanto calor humano, y aún más sorprendida: se preocuparon por mí.
Recuerdo, que antes de entrar mami a consulta, la doctora me llamó a mi primero y me hizo varias preguntas, entre ellas, si ya sabía exactamente lo que mami tenía y si ella lo sabía también. Luego me preguntó por la familia y mis hermanos y como habíamos abordado el tema. Me pasó varios folletos y me preguntó si quería ayuda de psicólogo y yo ¡evidentemente dije que si!
La doctora después del chequeo, mandó varias citas: nutricionista, psicólogo, terapia respiratoria... varios tipos de pastillas para diversas cosas (gastritis, insomnio) y varias dosis de morfina inyectada, suficientes para 3 veces al día durante una semana... Ese día aprendí a inyectar.
Después de la cita, llegó mi papá por mami, ya bastante mejor, y se la llevó a la casa. Yo me quedé una hora más esperando a que preparan las medicinas en la Farmacia de la CCSS. Aproveché para que una de las enfermeras me enseñara como manipular las ampollas y las jeringas y después me fui a comer algo.... Ese café a medio día me supo a gloria. Sentí como que podía respirar otra vez.
La verdad es que por más que hemos usado esa frase en la vida, la gran mayoría de nosotros no hemos tenido la experiencia de tener verdaderos sueños de "opio".... posiblemente por que nunca hemos consumido ningún opioide...
Desde que empecé este blog, había dicho que tenía que hablarles un poco de la morfina, pero no había encontrado el chance, o mejor dicho, no sabía como abordar el tema.
No me acuerdo bien como llegamos a la Clínica del Dolor esa mañana. Creo que era un 21 o 22 de diciembre. Mami hacía unos días acababa de recibir su primera quimio y la verdad es que la experiencia no fue nada placentera. A esto hay que sumarle que nuestro incómodo inquilino estaba haciendo más presión de la cuenta en la espalda y mami, literalmente estaba rabiando del dolor.
Estos eran mis primeros días lidiando con el cáncer y estaba realmente asustada, y no es que ahora sea muy valiente, pero por lo menos ya puedo ver al miedo a los ojos y sentarme con él a jugar póker. No se si le voy a ganar, pero por lo menos puedo poner cara de "soy más cool que vos".... aun que por dentro sea un manojo de nervios. Ese día en especial estaba muy nerviosa, por que bueno, además de que el dolor en la espalda venía en aumento, que la solución del médico sea enviarte a un lugar que se llama "Centro nacional del Control del Dolor y Cuidados Paliativos" no es precisamente alentador, peeeeeeeeeeeeroooooo, como dice el dicho: no hay que juzgar a un libro por su portada.
La Clínica del Dolor es simple y sencillamente maravillosa. Punto.
Estabamos esperando a que nos atendieran, y la verdad es que las bancas de madera no son presisamente cómodas y mami ya estaba pálida... (y a decir verdad yo también). Pero en un momento de gran lucidez se me ocurrió decirle a una de las Damas Voluntarias que si podían hacer algo por mami por que no se sentía nada bien. En cuestión de minutos, la pasaron a enfermería y le dieron una cama, y al ratito ya la estaban atendiendo. Yo la verdad estaba sumamente sorprendida. Nunca imaginé que fueran tan efectivos y no solo eso, si no que atendieran con tanto calor humano, y aún más sorprendida: se preocuparon por mí.
Recuerdo, que antes de entrar mami a consulta, la doctora me llamó a mi primero y me hizo varias preguntas, entre ellas, si ya sabía exactamente lo que mami tenía y si ella lo sabía también. Luego me preguntó por la familia y mis hermanos y como habíamos abordado el tema. Me pasó varios folletos y me preguntó si quería ayuda de psicólogo y yo ¡evidentemente dije que si!
La doctora después del chequeo, mandó varias citas: nutricionista, psicólogo, terapia respiratoria... varios tipos de pastillas para diversas cosas (gastritis, insomnio) y varias dosis de morfina inyectada, suficientes para 3 veces al día durante una semana... Ese día aprendí a inyectar.
Después de la cita, llegó mi papá por mami, ya bastante mejor, y se la llevó a la casa. Yo me quedé una hora más esperando a que preparan las medicinas en la Farmacia de la CCSS. Aproveché para que una de las enfermeras me enseñara como manipular las ampollas y las jeringas y después me fui a comer algo.... Ese café a medio día me supo a gloria. Sentí como que podía respirar otra vez.
Fue una mañana verdaderamente intensa.
A partir de ese día empezamos a inyectar morfina 3 veces al día. En la casa todo aprendimos a inyectar: La Meche, Tuto y yo nos entrenamos inyectando naranjas con agua.
La morfina es todo un mundo, la Caja solo da dosis para una semana y es una droga con distribución muy controlada. Cada vez que me tocaba ir a recogerla a la Caja, tenía que firmar y digamos que si algo le pasaba a esa morfina, por ejemplo que me asaltaran o se me perdiera, tenía que ir a poner la denuncia al OIJ por que si no, toda la responsabilidad caía sobre mí.
Seeeh.... puedo asegurar que resulta intimidante.
Las primeras 72 horas del uso de morfina o de opioides en general, son realmente jodidas, por que es una droga muy fuertes y tiene bastantes efectos secundarios: náuseas, mareos, somnolencia, resequedad en a boca..... Normalmente despúes se quitan, pero son bien cabrones al principio. Cuando empezamos a administrar morfina a mami, coincidió con la primera quimio, lo cual hizo de esos días un poco más dificiles que el resto, por que la dosis de morfina empezó bastante alta (de hecho tuvimos que bajarla hasta menos de la mitad, por que la estaba drogando demasiado).
Cuando ya pasaron los efectos de ambos tratamientos, el cambio fue absolutamente notable. Mami paracía otra persona y como ya lo había mensionado antes en otro post: tuvimos de las navidades más lindas y surreales de la vida.
Es raro, por que todo el mundo relaciona la morfina con "paliativo" y "terminal". Pero no es cierto. Al principio es intimidante, la pura verdad es que uno no espera tener que usar ese tipo de medicamentos y menos tener que administralos 3 veces al día a un ser querido. Pero la verdad resultó ser de gran ayuda.
Empezamos con una dosis alta: 5ml cada 8 horas... Pero era demasiado, luego se bajó a 3ml y luego a 2.5ml.
Un Buen día ma dijo "que pereza que me inyecten" - hoy no. ¡Y dicho y hecho! - yo casi me pongo histérica. Uno no puede dejar cualquier tipo de droga de un solo, te da síndrome de abstinencia... FUERTE. O sea en mi mundo si no tomo mínimo 3 tazas de café al día, paso con la peor migraña del mundo... y si es así con cafeína no quería ni imaginar que podía pasar si dejaba la morfina de tajo.
¿Qué aprendí? Nunca a subestimar a una madre (y menos a la mía). Además de un poco de insomnio por unos cuantos días, ¡siguió como si nada! ÉPICO. Lo mejor de todo esto, no es que haya dejado la morfina sin pena ni gloria, si no que ya no tiene dolor.
No tener dolor significa que el tumor no está haciendo tanta presión en la espalda, lo que de algún modo significa que se está reduciendo, entiendase, la quimio si ha hecho efecto. Bueno, por lo menos eso es lo que todos creemos. Hace un par de semanas el Oncólogo le dijo que sus pulmones se escuchaban perfecto y en buen funcionamiento, y dado que ella se internó con el pulmón derecho colapsado.....
El próximo sábado se va a realizar un TAC de tórax y ahí es donde nos daremos cuenta si nuestras supocisiones son correctas. Tenemos la esperanza de que sí...
Efectivamente, este cáncer a ha sido un extraño sueño de opio... lo he sentido como la escena de Dumbo donde se emborracha con el ratoncillo... pero al día siguiente, por lo menos para mí la resaca no ha sido tan mala.
La morfina es todo un mundo, la Caja solo da dosis para una semana y es una droga con distribución muy controlada. Cada vez que me tocaba ir a recogerla a la Caja, tenía que firmar y digamos que si algo le pasaba a esa morfina, por ejemplo que me asaltaran o se me perdiera, tenía que ir a poner la denuncia al OIJ por que si no, toda la responsabilidad caía sobre mí.
Seeeh.... puedo asegurar que resulta intimidante.
Las primeras 72 horas del uso de morfina o de opioides en general, son realmente jodidas, por que es una droga muy fuertes y tiene bastantes efectos secundarios: náuseas, mareos, somnolencia, resequedad en a boca..... Normalmente despúes se quitan, pero son bien cabrones al principio. Cuando empezamos a administrar morfina a mami, coincidió con la primera quimio, lo cual hizo de esos días un poco más dificiles que el resto, por que la dosis de morfina empezó bastante alta (de hecho tuvimos que bajarla hasta menos de la mitad, por que la estaba drogando demasiado).
Cuando ya pasaron los efectos de ambos tratamientos, el cambio fue absolutamente notable. Mami paracía otra persona y como ya lo había mensionado antes en otro post: tuvimos de las navidades más lindas y surreales de la vida.
Es raro, por que todo el mundo relaciona la morfina con "paliativo" y "terminal". Pero no es cierto. Al principio es intimidante, la pura verdad es que uno no espera tener que usar ese tipo de medicamentos y menos tener que administralos 3 veces al día a un ser querido. Pero la verdad resultó ser de gran ayuda.
Empezamos con una dosis alta: 5ml cada 8 horas... Pero era demasiado, luego se bajó a 3ml y luego a 2.5ml.
Un Buen día ma dijo "que pereza que me inyecten" - hoy no. ¡Y dicho y hecho! - yo casi me pongo histérica. Uno no puede dejar cualquier tipo de droga de un solo, te da síndrome de abstinencia... FUERTE. O sea en mi mundo si no tomo mínimo 3 tazas de café al día, paso con la peor migraña del mundo... y si es así con cafeína no quería ni imaginar que podía pasar si dejaba la morfina de tajo.
¿Qué aprendí? Nunca a subestimar a una madre (y menos a la mía). Además de un poco de insomnio por unos cuantos días, ¡siguió como si nada! ÉPICO. Lo mejor de todo esto, no es que haya dejado la morfina sin pena ni gloria, si no que ya no tiene dolor.
No tener dolor significa que el tumor no está haciendo tanta presión en la espalda, lo que de algún modo significa que se está reduciendo, entiendase, la quimio si ha hecho efecto. Bueno, por lo menos eso es lo que todos creemos. Hace un par de semanas el Oncólogo le dijo que sus pulmones se escuchaban perfecto y en buen funcionamiento, y dado que ella se internó con el pulmón derecho colapsado.....
El próximo sábado se va a realizar un TAC de tórax y ahí es donde nos daremos cuenta si nuestras supocisiones son correctas. Tenemos la esperanza de que sí...
Efectivamente, este cáncer a ha sido un extraño sueño de opio... lo he sentido como la escena de Dumbo donde se emborracha con el ratoncillo... pero al día siguiente, por lo menos para mí la resaca no ha sido tan mala.